lunes, 27 de julio de 2015

VALENCIANISTAS CON CORAZÓN (LEVANTE EMV- 27.07.2015).



5 de mayo de 2002. Un lugar inhóspito en el interior de Etiopía. Un grupo de valencianistas que desarrollan un proyecto humanitario busca la forma de enterarse si el Valencia ha ganado en Málaga y se ha proclamado campeón de Liga. Les surge una idea: utilizar la marca VCF como estrategia solidaria.

27.07.2015 | 01:28


Valencianistas con corazón

J.M. BORT | VALENCIA Hay acciones del valencianismo que muy pocos conocen, pese a su infinita trascendencia social más allá del día a día del club. La entidad blanquinegra cuenta con la única peña del mundo que se dedica, los 365 días del año, a mejorar la vida de los más necesitados. La Penya Valencianista per la Solidaritat (PVS) no es un grupo de aficionados al Valencia cualquiera. Lleva años trabajando a conciencia en países pobres para dar la oportunidad de una vida mejor a niños y jóvenes que viven en situaciones precarias. Utilizan la marca Valencia CF como un elemento catalizador. «Sabemos que la marca VCF tiene un potencial enorme y lo aprovechamos con fines solidarios. Queremos que el murciélago del escudo sea el murciélago de la solidaridad», explica Salvador Raga, un activo miembro de la peña.

La idea fundacional fue la de redimir a sociedades deprimidas a través del deporte. La semilla se plantó en Etiopía, el día que el Valencia ganó la Liga de 2002 en Málaga. Un grupo de valencianistas (entre ellos el juez y expatrono de la Fundación VCF, José María Tomás y Tio) trabajaba en proyectos solidarios en un lugar inhóspito del país africano. «Estuvieron un rato intentando averiguar el resultado del partido. Al final lo encontraron en internet y se les ocurrió que vincular al Valencia con su presencia allí era una buena estrategia solidaria», afirma Raga. Hoy la peña trabaja en 25 países del mundo de los cinco continentes. Su último «trabajo» ha sido la creación de un orfelinato en Haití, país donde plantaron la bandera multicolor del Valencia hace años. «No queremos poner parches allí donde vamos, sino implantar costumbres», añade Raga. «Hemos visto que a través del deporte, en este caso del Valencia, podemos crear sociedades mejores», explica. 

La estructura del grupo ha evolucionado considerablemente. Hoy cuenta con embajadores nativos de la peña allí donde está presente. Los necesita para ejecutar sus proyectos de forma regular. La PVS no cuenta con ayudas institucionales. Todo el dinero proviene de donativos personales. No hay gastos administrativos, ni sede. «Los viajes corren a cargo de cada uno», detalla Raga. «Para poder desarrollar un proyecto así hay que ponerle mucha creatividad», añade. En tres años, la inversión supera los 350.000 euros. Dinero con el que la peña construye instalaciones para hacer que la vida sea mejor en auténticos agujeros de pobreza. La última, un comedor en Haití. En el radio de acción también está Valencia. La PVS dedica esfuerzos en tres colegios de Valencia con un alto porcentaje de familias desestructuradas. 

No hay otra peña de un club de fútbol en el mundo, asegura Raga, que iguale el perfil de este grupo de valientes aficionados valencianistas. «Ni el Real Madrid, ni el Barcelona ni el Manchester United, por ejemplo, tienen una peña de estas características», explica Raga. Entre sus miembros fundadores figuran, junto a Tomás y Tio, el expresidente de la Fundación VCF Aurelio Martínez o el médico José Luis Zaragosí, también expatrono.

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