TENIS CONTRA LA POBREZA.
Si bien la mendicidad practicada por los niños, niñas y
adolescentes en las calles de los principales centros urbanos de Paraguay
parece ser la manifestación más representativa de la pobreza infantil, existen
otras caras menos visibles que reflejan la exclusión social. La discriminación,
la negación de derechos y la vulnerabilidad que castigan de manera particular a
la niñez cuentan con el agravante de la reducida o nula capacidad de decisión
que los pueda conducir hacia mejores condiciones de vida. A esto se une un conjunto
de privaciones y situaciones desfavorables en las condiciones de vida de la
niñez, como la falta de acceso a los servicios básicos, a la educación,
vivienda, salud y protección social. Desde esta perspectiva, en nuestra década
la pobreza castigaba al 45% de la niñez total del país y la pobreza extrema al
27% de la misma (más de 1.100.000 y casi 662.000 niños y niñas
respectivamente). De los niños que habitaban en zonas urbanas el 34% (más de
450.000) vivían en condiciones de pobreza frente a más de 650.000 en iguales
condiciones en el área rural (58%).
La situación de pobreza de la población infantil urbana ha
mostrado en la última década una tendencia ascendente hasta llegar a un 34%. Comparativamente,
la pobreza infantil en el área rural ha estado siempre por encima de la urbana.
La tasa de las peores formas de trabajo infantil es de 19,4% de la niñez y la
adolescencia. De entre éstos destacan los denominados «niños de la calle» pero
también aquellos llamados «carriteros», niños expuestos a los peligros del tráfico,
la violencia y las enfermedades e infecciones de toda índole, ya que “bucean”
entre grandes moles de basura doméstica buscando baratijas o plásticos sin
ningún tipo de protección.
Conscientes de esta realidad, la Penya Valencianista per la
Solidaritat suscribió en agosto de 2009 un convenio anual por el que más de
cuatrocientos niños tuvieron la oportunidad de aprender los golpes básicos del
tenis, de los cuales cien participaron en minitenis y en cancha completa.
Estos niños procedían de programas estatales de riesgo, otros de escuelas
carenciadas y otros directamente de la calle o de las riberas de los ríos.
Valores como la tolerancia, la no discriminación de género, el respeto a los
rivales, profesores y compañeros, la disciplina, la higiene personal y la
adaptación al medio fueron los objetivos perseguidos en una actividad que nos
dio muchas satisfacciones.
Todos los participantes en este programa recibieron
sus certificados en el torneo Clausura del proyecto "Tenis por igual".
Esta iniciativa contó con el apoyo de la Secretaria Nacional de Deportes,
Larissa Schaerer, de la Asociación Paraguaya de Tenis y con la presencia del
ministro de Deportes, Paulo Reichardt,
el Viceministro de la Niñez y la tenista profesional paraguaya Rosana de
los Rios. Esta nueva actividad impulsada por la Penya Valencianista per La
Solidaritat demuestra que para la solidaridad no tenemos fronteras ni
limitación de deportes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario